Sunday, September 11, 2005

LOS HUMANOS NO SOMOS ESPONJAS QUE ABSORBEMOS MENSAJES

Frecuentemente escuchamos afirmaciones según las cuales los medios de comunicación son culpables de mil y un conductas desajustadas, actuando de manera casi automática sobre el ser humano. Nadie puede negar el impacto social causado al ver hace cuatro años las imágenes de las torres gemelas de New York, pero ciertamente, nadie puede decir que el efecto haya sido idéntico en cada uno de quienes nos convertimos en testigos de los hechos a través de los lentes de las cámaras de televisión.

En la vida real, estamos sometidos a múltiples estímulos de diversa índole, que permanentemente están actuando sobre nosotros. Los mensajes provenientes de los medios son solamente una parte que no puede desligarse de su evidente interrelación con otros condicionantes contextuales, que están en condiciones de mantener, disminuir, incrementar, mediatizar e inclusive eliminar su efecto. Asimismo existe una considerable influencia de las variables internas, propias del individuo, tal como lo hemos afirmado en varios de nuestros libros*. En esta medida, estimamos que quien percibe un mensaje produce en realidad un nuevo sentido a las cosas de acuerdo con su propio universo de conocimientos, creencias y experiencias personales

Los medios masivos no intervienen sobre un individuo aislado, al margen de la sociedad y en el cual pueden inscribirse automáticamente todas las estimulaciones tal como si fuera una suerte de scanner capaz de reproducir fielmente todo lo que se le ponga al frente. Los mensajes masivos actúan en sobre seres humanos quienes actúan en una compleja trama social, donde diversos procesos de comunicación se hacen efectivos cotidianamente, tal como se ha demostrado de manera concluyente desde las más variadas perspectivas científicas. Tal como lo mostramos en el gráfico adjunto, los individuos se comunican con otros y del mismo modo se contactan con los mensajes de otros medios de comunicación así como con una variedad muy amplia de otros mensajes. Naturalmente, las redes sociales establecidas en la realidad son de mayor complejidad que lo factible de demostrarse en dos dimensiones.



Elaboración: ALR


Es evidente que las posibilidades de influencia no serán de la misma naturaleza en todos los contextos, puesto que la cultura interviene necesariamente en la manera como se perciban y decodifiquen los mensajes y por consiguiente en el modo cómo afecte a cada individuo en particular. Inclusive en un mismo contexto, los diferentes estilos de vida implicarán variaciones en las modalidades de procesamiento de la información. Tanto más, las sociedades no son entes inmóviles sino más bien entidades dotadas de gran dinamismo, donde los mensajes que en un momento calaban profundamente, en otros pueden pasar poco menos que desapercibidos.

__

*- Teoría de la Comunicación Lima: Universidad Inca Garcilaso de la Vega (2003)
- Psicología de la Comunicación Lima: Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza (2002)
- Psicología de la Comunicación masiva Lima: Centro de Estudios del Comportamiento(1996)