Monday, May 14, 2007

ALGUNOS DATOS SOBRE LA MÚSICA CHICHA

Hasta hace unas cuatro décadas, Lima capital del Perú, era si cabe la expresión “más limeña”. En aquellos tiempos, la discriminación del limeño hacia el andino era muy marcada. Los “lugares de encuentro” de los migrantes de la sierra peruana eran los pocos clubes provinciales que existían y en especial el Coliseo Nacional, ubicado en una zona populosa donde cada fin de semana se presentaban espectáculos con artistas folklóricos venidos de diferentes lugares; en especial de la zona andina. En estos lugares, la música y las viandas regionales permitían que se reencontraran, al menos temporalmente, con “los suyos” con todo el significado de identidad que ello supone. Solamente una emisora, Radio El Sol, trasmitía música andina por las mañanas, al inicio de sus trasmisiones. es significativo que se le diera ese horario luego de mucha insistencia, ante la creencia de que no tendría sintonía.

Durante las últimas décadas del siglo XX, tal como lo dice Jurgen Golte en su libro Los caballos de Troya de los invasores, los migrantes cambiaron el rostro de la capital que se fue convirtiendo paulatinamente en una mixtura caótica de rasgos provincianos y citadinos. Una de las resultantes de este acelerado proceso de migración hacia la urbe, de lo que Aníbal Quijano ha llamado en varias de sus obras ”cholificación", y de la marcada informalización de nuestra sociedad es lo que ha tendido en denominarse cultura chicha, conjunto de componentes que son expresión de que la cultura típica de la gran urbe ha sufrido ostensibles cambios en el país.

Esta nueva cultura, a la cual podemos dar diversos calificativos, compartirla, rechazarla, ignorarla, negarla o aún descalificarla, se expresa de muchas maneras en diversos ámbitos, tanto en lo simbólico como en lo conductual.

Concentrémonos en una de sus manifestaciones, la música chicha, en la cual se fusionan los acordes de la cumbia colombiana, de la guaracha y de los ritmos andinos con una temática que refleja la realidad del migrante. Expliquemos algunos hechos históricos sobre el particular:

Con respecto al origen del término, con frecuencia se sostiene que deriva de la chicha, ancestral bebida peruana usada con carácter ceremonial durante el Imperio Incaico. Nuestra visión es otra: Hacia el año 1967 fue lanzado un LP grabado para el sello MAG por Los Demonios de Corocochay, interpretando cumbias con originales arreglos andinos; en lo que estimamos como la primera manifestación de la música chicha, calificada así luego del éxito de la canción La Chichera. Los músicos aparecían en la portada del disco con traje típico del Ande, pero enmascarados Según se decía en el ambiente artístico, entre los integrantes habían conocidos profesionales quienes según la promoción de la disquera se quitarían la máscara cuando su música se hiciera popular. Entendemos que una de las razones por las cuales no mostraban el rostro los músicos, era la descalificación que en ese entonces se evidenciaba en la capital hacia las expresiones culturales andinas.

En aquella época, solamente algunas emisoras populares (todas ellas en AM porque la FM le era vedada), presentaban las canciones de este género, al que algunos de sus mentores e intérpretes prefieren denominar música tropical andina, pues entienden el término chicha como despectivo.

Poco a poco se fue ganando un espacio mayor hasta que en determinado momento varias emisoras modificaron su formato pasando a presentar casi exclusivamente chicha, convirtiéndose en líderes entre los migrantes, y en especial en los sectores populares, tal como puede colegirse del tipo de oyentes que contactan telefónicamente con las emisoras, participan en sus concursos o acuden a las fiestas que organizan.

Resulta significativo que la animación de los programas y la propia promoción de las actividades sigan la línea general de los spots que hace un par de décadas anunciaban la actuación de grupos folklóricos del interior del país: Locutor gritando los nombres de los conjuntos y hablando rápidamente, uso de reverberación y música de fondo muy alta. También supone uso de colores encendidos, que son parte de la tradición del mundo andino, en su publicidad impresa o en los banners que se colocan en el frontis de los lugares donde se baila esta música [1]o en sitios aledaños.

Esta música que tiene varias vertientes que no trataremos aquí, se impuso en muchas zonas del país y se sigue cultivando hoy en día.

Desde hace algunos años la música chicha se ha convertido en producto de exportación; es así que en Argentina el ritmo de sus intérpretes llamados allí bailanteros, han hecho furor incluso en la televisión bonaerense habiéndose transformado en ídolos algunos grupos argentinos y otros peruanos, que desde hace cierto tiempo se reexportan al Perú. Los fines de semana se realizan actividades similares en varios puntos de la ciudad, lo cual obliga a los grupos a movilizarse de uno a otro lugar. Precisamente es en esas circunstancias que se produjo el reciente accidente del Gupo Néctar en el cual fallecieran sus integrantes.




[1] Conocidos popularmente como chichódromos

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